Hola,
Hoy que tengo un poquito más de tiempo, creo que ha llegado el momento de hacer balance de este último año...
El 2011 me ha traído de todo... La verdad es que creo que lo voy a recordar siempre.
Ha sido el año de los cambios, el primero de ellos, deseadísimo y el segundo, digamos que impuesto... Me ha tocado volver a empezar, he tenido que tocar fondo, decepcionarme, cerrar de golpe una etapa de mi vida... para volver a empezar, volver a ilusionarme, volver a ser yo... Y, a día de hoy, soy yo plenamente en mi nuevo sitio... con mi gente, con mis días de estrés, con mis días de carpediemdeo, con mis días de agobio... pero, en definitiva, con mis días de felicidad y de risas y sonrisas.
Pensé que me iba a costar mucho más adaptarme, pero unas personitas maravillosas me han facilitado la tarea: los de siempre (que han seguido estando ahí, por email, por teléfono, con su cariño, con su apoyo, con sus abrazos, con su manera de quererme y estar pendiente de mí, ayudándome en todo...) y los nuevos, que me están aportando felicidad, alegría, optimismo y han conseguido que, al poco tiempo del cambio, ya me sintiera "como en casa" en este mi Gran Hermano particular...
Hace un año no me podía ni imaginar qué es lo que me depararía este fin de año 2011 pero puedo decir que, aunque no ha sido fácil, soy feliz y que, aunque no haya sido deseado, ha sido un proceso en el que he notado como día a día iba creciendo... Ha sido un RETO ILUSIONANTE y he descubierto personas que me llenan, que me hacen sentir bien y, lo más importante, me he desvinculado de personas que no merecían la pena... Había llegado el momento de tirar el lastre y seguir hacia delante...
Un beso grande para todos los que me habéis demostrado vuestro cariño y que tantísimo me habéis apoyado. Os quiero.
La frase de hoy es: